Invertir en gestión forestal
Esto se consistiría en instalar depósitos de agua y también hidrantes en las calles, sostener los caminos aledaños despejados de automóviles y vegetación, etc. La gente que salgan a la naturaleza deberían comprender bien el ambiente y los distintos caminos, no salirse de los sitios señalizados y también intentar ir por jaqueta Jeans infantil c&a zonas con visibilidad. Los incendios forestales que se producen de forma natural tienen la posibilidad de desencadenarse a lo largo del tiempo seco y las sequías. En estas condiciones, la vegetación comunmente verde puede transformarse en un combustible inflamable y absolutamente seco; los fuertes vientos extienden el fuego con velocidad y las temperaturas cálidas benefician la combustión. Con estos elementos, es suficiente con una chispa -con apariencia de rayo, incendio provocado, una línea eléctrica caída, una hoguera o un cigarro encendido- para ocasionar estragos.
Material didáctico de Prevención de Incendios y Otros Riesgos
No obstante, la proporción de grandes incendios crece año tras año respecto al total de siniestros. Y si bien apenas suponen el 0,18% del total, en ellos arde el 40% de la área total perjudicada por el fuego, según datos del Ministerio de para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD). Puedes preguntar aquí la comparativa de incendios forestales en España en estos años. Entre la ideas que realiza para tomar conciencia de la relevancia de impedir los incendios forestales, Oriol Vilalta creó la Fundación Pau Costa. Esta es la primera comunidad forestales internacional en la que estudiosos, bomberos, labradores y sociedad civil se ocupan de promover una nueva forma de entender y administrar el fuego. El 95% de los incendios forestales son provocados por el hombre, en su gran mayoría por negligencias.
Esto revela que es necesaria la aplicación instantánea de medidas que prevengan los incendios forestales en cualquier rincón del planeta. Buscar soluciones no es solo una tarea de las autoridades sino que todos tenemos la posibilidad de aportar nuestro grano de arena para impedir los incendios forestales. España se encuentra dentro de los países con mayor peligro de incendios en Europa y pasaron a ser un fenómeno cíclico recurrente. Su prevención y extinción se encuentra dentro de los mayores desafíos a los que nos encaramos. Y debemos llevarlo a cabo en un momento en el que la dinámica de estos fenómenos cambió.
Los incendios forestales en España durante el 2021
Lo hizo desde la selva amazónica hasta los horribles incendios sucedidos en Australia, pasando por los bosques del Ártico e Indonesia. Los coches o cualquier otro vehículo de combustión deberían aparcarse en parking habilitados. Y no se debe utilizar desbrozadoras, motosierras o cualquier otro aparato mecánico que logre ocasionar chispas o calor intenso. En Estados Unidos, donde los incendios mucho más populares se generan en California, estos empeoran por los vientos calientes y secos de Santa Ana, que tienen la posibilidad de trasladar una chispa a kilómetros de distancia. El combustible es todo el material inflamable que circunda al fuego, incluyendo los árboles, la yerba, la maleza e incluso las casas. Cuanto mayor sea la carga de comburente de una región, más intenso va a ser el incendio.
Así se inician los incendios forestales y esta es la forma de detenerlos
En los últimos tiempos, los incendios forestales en España fueron provocados primordialmente por olas de calor y sequía que agravan las condiciones de propagación. Estas condiciones amplían el periodo de tiempo de peligro de unos montes vulnerables que cuentan con una deficiente gestión forestal. En los últimos tiempos, los incendios forestales han asolado bosques y panoramas agudizando la situación medioambiental y climática a nivel mundial. Los incendios provocan el incremento de las temperaturas, los períodos de sequía prolongados –que provocan una mayor sequedad del suelo– y las olas de calor. El despoblamiento rural y el cambio climático son los 2 enormes pilares que nos han llevado a una situación de riesgo constante en materia de incendios forestales. Y sucede que, como enseña Verdell, «no llovizna igual en este momento que hace 30 años y no es exactamente lo mismo que caigan 10 litros durante 10 días que cien litros en un día. En España, entre 2010 y 2019 el número de siniestros se redujo en un 36% respecto a la década anterior y la media de la superficie perjudicada disminuyó en un 27%.
No abandonar residuos que puedan provocar un incendio
Entre el 1 de junio y el 1 de noviembre es la temporada de mayor peligro de incendios y más que nada, el mediodía y el atardecer y los últimos días de la semana de julio y agosto. Por este motivo, no hay que realizar fogatas o barbacoas ni quemar rastrojos o demás restos agroforestales. Los bomberos enfrentan las llamas privándolas de uno o varios de los elementos fundamentales del triángulo del fuego. Un método tradicional consiste en apagar los incendios existentes con agua y rociar retardantes del fuego. En ocasiones, los bomberos asimismo trabajan en grupo, con frecuencia llamados "bomberos de reacción inmediata", para remover la vegetación del terreno que circunda al incendio y así contenerlo y por último privarlo de combustible. Los incendios forestales pueden abrasar millones de centenares de miles de hectáreas de tierra a una velocidad impactante, consumiendo todo cuanto encuentran a su paso. Estas llamas ondulantes se desplazan a mucho más de 22 km por hora, lo que equivale a un ritmo de sobra de 6,4 kilómetros por minuto, y tienen la posibilidad de superar al ser humano medio en cuestión de minutos.
