
El cuerpo: acontecimiento de lenguaje y discurso
Aguijón de la filosofía, recopilado por María Virginia Fosero et al. (Ediciones UNL, Santa Fe, 2011); "Cuerpo y enfrentamiento en la obra de León Rozitchner. Psicoanálisis, marxismo y crítica de la cultura", en Gaceta Latinoamericana sobre Cuerpos, Emociones y Sociedad, núm. La dirección de los pies de un individuo a lo largo de una interacción popular asimismo puede descubrir información relevante. Si los pies apuntan hacia otro lado, es posible que tenga ganas de abandonar la conversación o que no tenga interés en la misma. Normalmente, la gesticulación con brazos y piernas tiende a ser consciente y tener un propósito preciso, como ofrecer énfasis a lo que nos encontramos diciendo o expresar proximidad con una persona, por poner un ejemplo. Sin embargo, también tiene sitio movimientos inconscientes que tienen la posibilidad de dar mucha información sobre nuestro estado anímico o nuestras preferencias.
En cambio, la respiración es extendida y profunda cuando la persona experimenta alivio, cansancio o ira. Las respiraciones más lentas normalmente sugieren un estado de calma o concentración. En cuanto a los movimientos de las piernas y los pies, suelen denotar nerviosismo e inquietud, con movimientos rápidos, cortos y repetitivos, con pequeños golpes o balanceos, etcétera. Por otro lado, las piernas cruzadas asimismo tienen la posibilidad de sugerir una falta de intención para percibir, singularmente cuando los brazos asimismo están cruzados. Es habitual cruzarse de brazos en el momento en que nos sentimos atacables o desprotegidos, deseoso o no contamos interés en la situación en la que estamos. Si alguien cruza los brazos mientras que sonríe o muestra otros signos de estar a gusto, probablemente sienta que tiene el control de la situación, en lugar de ser vulnerable. No obstante, al contrario de lo que pasa en la vida online, fuera de ella no hay ningún mensaje que nos alerte de que todos los datos emitidos, así sea voluntaria o de forma involuntaria, aportan información muy relevante sobre nosotros y determinan nuestra interacción con el resto.
La postura del cuerpo
Nietzsche pertence a los más destacados impulsores de una tradición que tiene una reacción contra este desprecio del cuerpo y de la materia que hereda y ahonda el cristianismo. Él recrea un materialismo aristocrático sobre el cadáver de Dios, y también, indagando como jamás antes en las profundidades del alma, se afirma el primer y auténtico "psicólogo". Hijo del positivismo decimonónico, pero además de esto del Humanismo, crítico de la tradición que identificó la racionalidad con la conciencia y prudente lector de Nietzsche (cosa que quizá no se recuerda lo bastante),4 Sigmund Freud ayuda a resituar al cuerpo en el centro del pensamiento del siglo XX. Contra la tradición socrática y cristiana que consideró incompatibles el cuerpo y la virtud, Nietzsche reivindicó el cuerpo como centro de gravedad del meditar.

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